El 13 de junio de 2024, la República Dominicana dio un audaz paso hacia el futuro con la emisión del Decreto No. 324-24 por parte del presidente de la República. Este decreto destaca la vital importancia de los semiconductores, conocidos comúnmente como “microchips” o “circuitos integrados”, no solo para el funcionamiento de dispositivos tecnológicos y sistemas electrónicos, sino también como motor de innovación en áreas emergentes como vehículos inteligentes, inteligencia artificial, el internet de las cosas y la automatización.
La declaración de los semiconductores como una alta prioridad nacional representa una jugada estratégica con un potencial inmenso, insertando al país en un mercado global que supera los 576 mil millones de dólares en ventas anuales. En un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la tecnología, los semiconductores son el corazón de una vasta gama de dispositivos electrónicos, desde teléfonos inteligentes hasta complejos sistemas de inteligencia artificial.
Este decreto también establece la creación de la Estrategia Nacional de Fomento a la Industria de Semiconductores (ENFIS), asignando al Ministerio de Industria, Comercio y MIPYMES la responsabilidad de liderar este ambicioso proyecto. En el contexto de las actuales tensiones geopolíticas y comerciales entre potencias como Estados Unidos y China, la diversificación de las cadenas de suministro se ha convertido en una necesidad imperiosa, abriendo una ventana de oportunidad para que la República Dominicana se posicione como un eslabón crucial en la cadena de suministro global de semiconductores, especialmente dentro de las estrategias de nearshoring y friendshoring promovidas por Estados Unidos y Europa.
La República Dominicana tiene varias ventajas que la convierten en un candidato ideal para convertirse en un hub regional de semiconductores. Como señaló el Vicepresidente Ejecutivo de ADOZONA, José Manuel Torres, el país es el único en América Latina que cuenta con un estudio de la Information Technology and Innovation Foundation (ITF) que destaca el potencial de sus zonas francas para ingresar al ensamblaje, testeo y empaque (ATP) de semiconductores y a la fabricación de placas de circuitos impresos (PCB).
Sin embargo, el país enfrenta importantes desafíos para materializar esta visión. Se requiere una inversión significativa en infraestructura avanzada, tecnología de punta y capacitación de personal especializado en investigación y desarrollo (I+D). Además, es esencial establecer alianzas estratégicas con líderes mundiales en la industria de semiconductores y fomentar la colaboración con instituciones académicas y centros de investigación para facilitar la transferencia de conocimiento y tecnología, así como la creación de programas de formación especializados.
De igual forma, es primordial que el marco regulatorio también se adapte, para facilitar la entrada y operación de empresas de semiconductores, simplificando trámites administrativos, ofreciendo incentivos fiscales y creando zonas económicas especiales con condiciones favorables para la inversión extranjera.
El Decreto No. 324-24 y la creación de la ENFIS marcan el inicio de una nueva era para la República Dominicana en su camino hacia la industrialización avanzada. Aunque los desafíos son significativos, las oportunidades son aún mayores. Con una estrategia bien diseñada y una ejecución efectiva, el país no solo puede diversificar su economía, sino también posicionarse como un actor clave en una de las industrias más cruciales del siglo XXI.
Licenciado en Derecho de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), con Especialidad en Diplomacia Comercial del Instituto para Formación Diplomática y Consular “Dr. Eduardo Latorre” y Maestría en Derecho de Transacciones de Negocios de IOMG. En la actualidad, funge como Socio y Director de Relaciones Gubernamentales y Corporativas en Pou & Velázquez, Abogados, así como Presidente de la Eurocámara de Comercio de la República Dominicana y Vicepresidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo Dominico-Belga (BelChamRD), entre otras funciones en el sector privado.