Mirada global a las urnas 2024

El 2024 pasará a la historia como el año electoral, dado que alrededor de la mitad de la población mundial irá a las urnas. Es posible que en estos comicios se defina parte del futuro de la humanidad en las próximas décadas, debido a que los resultados redefinirán las relaciones internacionales, provocando cambios importantes en la geopolítica global.

Taiwán abrió las danzas el pasado 13 de enero, donde el independentista Lai Ching-te resultó ser el presidente electo, lo cual indica que se mantendrá la tensión con Pekín y la posición llevada a cabo por los Estados Unidos de América (EUA), según la cual apoya a Taipéi ante un posible ataque por parte de la República Popular China (RPC), pero al mismo tiempo mantiene relaciones diplomáticas con el gigante asiático.


Dentro de los países que celebrarán elecciones en los próximos meses se encuentran la Unión Europea, Rusia, India y EUA, cuyos resultados tendrán un impacto en los conflictos que se están llevando a cabo actualmente en el mundo. De hecho, el posible cambio de los actuales jefes de la diplomacia europea, acompañado del posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, podría modificar las reglas del juego con resultados geopolíticos importantes.

En América Latina y el Caribe serán elegidos seis representantes de Estados, en El Salvador, República Dominicana, Panamá, México, Uruguay y Venezuela, mientras que otros países escogerán a sus autoridades legislativas y municipales.


El 4 de febrero en El Salvador, Nayib Bukele buscará la reelección por cinco años más, a pesar de que la Constitución salvadoreña prohíbe los dos mandatos consecutivos. El gobierno de Bukele se ha caracterizado por su lucha contra las pandillas, lo cual le ha costado la dura acusación de violación de los derechos humanos, pero al mismo tiempo le ha permitido gozar de popularidad dentro de la población.

En Panamá, el 5 de mayo se celebrarán las elecciones generales, donde ocho candidatos presidenciales buscarán ser elegidos en una sola vuelta. En México, el 2 de junio la población elegirá entre dos candidatas mujeres, lo cual indica que habrá presidenta de la República por primera vez.


Sucesivamente, el 27 de octubre los uruguayos acudirán a las urnas para elegir al nuevo presidente entre cinco candidatos. Una posible segunda vuelta tendría lugar el 24 de noviembre. Mientras que, en Venezuela, a final de año, en una fecha aún por definir se enfrentarán Nicolás Maduro y sus posibles opositores, dentro de los cuales se espera esté María Corina Machado, no obstante haya sido inhabilitada políticamente.

En lo concerniente a la República Dominicana, el 18 de febrero se llevarán a cabo las elecciones municipales, las cuales se espera sean protagonizadas por un proceso de votación regular, contrario a lo sucedido en 2020 cuando, por primera vez en la historia democrática, se suspendieron los comicios después de cuatro horas de haber comenzado a causa de un fallo técnico. Las presidenciales y congresuales tendrán lugar el próximo 19 de mayo, donde los principales líderes políticos se enfrentarán en su lucha por el poder.

El actual presidente de la República por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, buscará la reelección frente al expresidente de la República Leonel Fernández, líder del Partido Fuerza del Pueblo, y al candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez. En caso de una segunda vuelta, si fuese necesario, la fecha prevista es el 30 de junio.


La región latinoamericana, en las elecciones pasadas estuvo caracterizada por un voto de castigo dirigido al Gobierno de turno, a causa del descontento de la gente. De hecho, los votantes prefieren líderes que garanticen seguridad y respondan a sus necesidades fundamentales, sin importar si defienden la democracia y el Estado de derecho.

Finalmente, América Latina y el Caribe es una región caracterizada por una profunda desigualdad económica y social, con instituciones débiles. En este sentido, resulta necesario implementar políticas de Estado a largo plazo, puesto que no hay ningún tipo de proyecto que se pueda llevar a cabo en cuatro o cinco años y que resulte beneficioso para el futuro de un país.


En la actualidad, el panorama geopolítico es abrumador e incierto. A este respecto, el resultado de las próximas elecciones será determinante para el futuro no solo de Latinoamérica, sino del mundo.