República Dominicana enfrenta un desafío que no distingue fronteras ni clases sociales: El Niño y su impacto en el suministro de agua. Este fenómeno climático trae consigo sequías más intensas y prolongadas, poniendo en jaque uno de los recursos más preciados para la vida: el agua, desencadenando una lucha por la supervivencia hídrica en el país, que pone en evidencia cómo la población dominicana carece de mecanismos para hacer frente a esta crisis.
El Niño y sus garras secas
El Niño, un fenómeno climático caracterizado por el calentamiento anómalo de las aguas del Pacífico, no es un invitado nuevo en el escenario dominicano. Sus efectos, como la reducción de las lluvias, han llevado a sequías que impactan directamente en los embalses y ríos que abastecen de agua a la nación. A medida que El Niño se fortalece, los cauces de agua disminuyen, dejando a su paso tierras resecas y cultivos sedientos.
Una necesidad vital
El agua es esencial para la supervivencia humana, un bien que no distingue género ni edad. Desde beber hasta cocinar, lavar y regar cultivos, el agua sostiene cada aspecto de nuestras vidas. Sin embargo, a medida que las fuentes de agua menguan, la vida cotidiana se convierte en una lucha constante por conseguir suficiente líquido para satisfacer necesidades básicas.
Impacto en la agricultura
La agricultura, uno de los principales pilares de la economía dominicana, sufre un golpe contundente durante los episodios de sequía. Las cosechas se marchitan, los ganados carecen de pasto y los agricultores enfrentan dificultades económicas. Esto no solo afecta a quienes trabajan la tierra, sino que también influye en los precios de los alimentos y en la seguridad alimentaria de toda la población.
Escasez y racionamiento
Con la reducción del agua disponible, las autoridades se ven obligadas a imponer medidas de racionamiento. Esto significa que muchas comunidades experimentarían cortes de agua, a veces durante horas o incluso días. La población debe adaptarse, almacenar agua y priorizar sus necesidades más urgentes.
Soluciones para enfrentar la escasez
Ante este desafío, es crucial tomar medidas proactivas. Invertir en infraestructura de almacenamiento de agua, como embalses y sistemas de captación de lluvia o mejorar los que ya existen, puede ayudar a mitigar el impacto de la sequía. Además, es fundamental fomentar prácticas de uso eficiente del agua en hogares y empresas, así como promover la reforestación en las cuencas altas para mantener el equilibrio del ciclo hidrológico.
A medida que el país enfrenta estos desafíos, es esencial que la población se una en la búsqueda de soluciones sostenibles. El futuro del agua en República Dominicana depende de la colaboración y la acción decisiva para asegurar un suministro adecuado para las generaciones venideras.
Estudió Realización y Dirección de Documentales en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, Cuba.
Comunicación social en la Universidad Dominicana O&M.
Comunicación digital en la Universidad Abierta Para Adultos (UAPA).
Diplomado en periodismo ambiental por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Experto en producción de proyectos audiovisuales, programas de TV y Radio, montaje audiovisual, dirección de fotografía y redacción de guión.
Ha trabajado como periodista para importantes medios de comunicación cómo: Nuria Investigación Periodística, Telenoticias emisión estelar, Telesistema Canal 11, y Telefuturo Canal 23.
Actualmente es coordinador del departamento de audiovisuales del Tribunal Constitucional y presentador del espacio televisivo “La Voz del Tribunal Constitucional”.