La Entr3vista

Una vida de éxitos y fracasos han forjado al coach José Manuel Benavent

«Me considero un dominicano de adopción, llevo media vida viviendo aquí, y le debo mucho a este país que me ha acogido»

«Soy una persona hecha a sí misma, con un camino de vida de éxitos, fracasos, sabores agradables, y muchos sinsabores, pero que al final me han servido para crecer, avanzar, estructurarme y aplicarlo en la vida». Así se describe el coach José Manuel Benavent Perucho, un español oriundo de una ciudad llamada Xátiva, quien nos recibió en su oficina para charlar sobre lo que ha sido su trayectoria profesional en el transcurso de los años, pero también, nos abrió su corazón para contarnos algunos hechos de su vida que lo han marcado. 

Su empatía y humildad, lo han llevado a entender las circunstancias de los demás, especialmente porque este polifacético hombre, vino al país como una forma de escape, a raíz de la pérdida de su progenitor y otros seres queridos. Sin imaginar que RD, se iba a convertir en su segundo hogar desde hace ya 18 años. 

Conocerlo por dentro, y ver lo que ha logrado, es un impulso para que las personas conozcan que no todo es color de rosa en aquellos que han logrado tener una importante posición o emprendimiento.

¿Que qué te mueve como ser humano?

Sentirme bien y ser coherente conmigo mismo. Mi motor es saber que voy alineado con el propósito de vida. El último año y medio ha sido muy duro, porque el propósito cambia, al igual que la identidad.

 ¿Cuáles son tus cualidades?

Me defino con tres palabras: sencillo, amoroso y brillante. Sé que es muy difícil mi definición, pero me gustó.

 ¿Qué las personas no conocen de ti?

Me fascina la espiritualidad y estoy desarrollando herramientas para trabajar más profundamente la situación basada en ese aspecto. Esto no lo sabe nadie.

 La niñez de José Manuel 

Tuve una infancia feliz, con ciertas carencias emocionales, pero feliz. Recuerdo lo vivido en esa época, con un sentimiento de felicidad. 

Soy hijo de padres de postguerra civil española. Ellos tuvieron muchas carencias. Recuerdo que mi papá me contaba que iban por la calle buscando en la basura restos de comida y el manjar era encontrarse las cáscaras de naranja, que servían para pasta, sopa y té. 

Mi padre era el que recogía la basura del pueblo, o sea yo era el hijo de basurero. ¿Tú sabes lo que es la infancia siendo el hijo del basurero en un pueblo 25.000 habitantes? Claro, todos saben quién tú eres y la gente lo recuerda. 

Algunos profesores en aquel entonces, cuando sacabas malas notas, te decían: No, tranquilo, no te preocupes, porque al fin y al cabo eres el hijo del que recoge la basura y tú vas a acabar como tus padres recogiendo basura. Me lo decían de una forma muy despectiva y humillante. 

Y aunque eso me afectó, cuando cumplí quince años dije que iba a demostrar que no iba a ser así, sin idea de cómo hacerlo, pero sabía que iba a tener una vida brillante. 

Mi padre era el que recogía la basura del pueblo, o sea yo era el hijo de basurero

Un sucedo que lo marcó 

No elegí venir con un proyecto de expansión empresarial, yo vine aquí porque necesitaba distraer mi mente de unas situaciones que estaba viviendo en España por la muerte de mi padre, mi hermano y de mi abuela. Situaciones muy difíciles y desagradables, entonces no sabía cómo pude romper ese momento mental. Yo lo que quería era salir de España dos semanas. 

Su llegada al país 

Surgió llegar a RD, por medio de una ONG, llamada Visión Mundial, en la que impartí seminarios de inteligencia emocional. Recuerdo que me dijeron: no podemos pagar tus honorarios, estadía ni pasaje, entonces me costeé mis gastos, porque en mi tierra tenía mi empresa. 

Curiosamente, en vez de dos entrenamientos, hice cuatro a ellos. Resulta que un ejecutivo, que es familiar del dueño de hoteles nacionales, que era donde opera el Meliá actualmente Sheraton, me dice: lo que usted está haciendo allá, lo va a hacer aquí con los empleados, y se lo cambiamos por la estadía.

Volví a España, pero a los cuatro meses regresé, y así empecé a entrar en una dinámica en la que viajaba todos los meses, y eso me produjo cansancio.

Hay que tomar una decisión, o uno se radica aquí y viaja a España. Al final decidí venir y aquí estoy establecido. Aunque viajo cada tres o cuatro meses. 

Enamorado de República Dominicana: 

Me considero un dominicano de adopción. Nací en España, pero llevo media vida viviendo aquí, y le debo mucho a este país que me ha acogido y ha tratado excelentemente bien, tengo mi vida aquí. De hecho, actualmente vivo con mi hijo Eric, de 14 años.  Sin dudas, estoy más que agradecido de todo lo que este país me ha dado tanto. 

¿Qué significa tu hijo para ti?

¡Wow! Eric para mi es uno de mis sentidos de vida. Desde hace un año está viviendo conmigo, porque vivía en España con su mamá. Estoy muy agradecido con el país, y el colegio donde él asiste, que ha sido una bendición.

Él vino introvertido, tímido y con una mochila emocional, luego su personalidad fue cambiando.  Por ejemplo, en que las primeras semanas, en la hora del recreo caminaba por el patio, algo que es normal cuando llega un muchacho. Ahora le tenemos que llamar “Don Eric”, porque se relaciona con mucha gente de su edad, y de otros cursos.

No creo que puedas aportar realmente algo diferenciador a nadie ni dar un buen consejo, si primero no te aplicas a ti mismo estas cosas.

De barrer en un depósito, a ser un hombre de éxito 

Fui un buen estudiante hasta el 5.º nivel, pero al separarme de mis amigos, me afectó y reprobé varios niveles, tanto así que tuve que estudiar en tanda nocturna. No hice bachillerato, ni fui a la universidad. 

A los 17 años llegué a trabajar en una fábrica de lámparas, barriendo el almacén y descargar los camiones, desde las 7:00 am hasta las 11:00 pm, cobrando aproximadamente unos 50 dólares mensuales. Ahí también recibí bullying, llegué hasta pensar que mi futuro iba a ser igual que lo que me decían en el colegio…

Enfrentando vicisitudes, pero decidido a progresar 

Sucede que me gustaba el fútbol, y me percaté que en Valencia había una escuela para entrenadores, pero no tenía para costear la inscripción, por lo que tuve que vender mi motor. 

Para poder ejercer, tuve que tomar un examen, pero esa ciudad, estaba a 70 kilómetros de la mía, y los entrenamientos eran temprano. No tenía dinero para pagar un hotel, y tuve que dormir en la calle. Luego de dos años obtuve mi título de entrenador. 

Empecé a trabajar como entrenador primero, luego regresé a Xàtiva, y con un colega llamado José Enrique, armamos una escuela de fútbol profesional. 

Rumbo al progreso 

El presidente del equipo mayor, que ese tiempo político, me presentó a un empresario de la ciudad, y me dio un trabajo como jefe de equipo, sin saber nada, pero dijo que me iba a enseñar. 

Me inscribió en un MBA, ni siquiera sabía lo que era eso. Recuerdo que había estudiantes que eran grandes empresarios, gente que dirigía y tenía sus propias empresas. Hasta pregunté en la primera clase ¿Mire don José María y cómo tengo que ir vestido? Porque yo no sabía.

Ahí comencé a conocer el mundo del liderazgo y management. Por los años 93, me hablaban de un concepto que se llamaba coaching, algo que ni remotamente conocía, y mucho menos sabía lo que era la inteligencia emocional. 

Sin embargo, me gustaba aprender, y literalmente devoraba las clases. Aquello fue como un despertar en mi vida, y todo lo que este señor me aportó, porque tenía reuniones conmigo a diario, enseñándome cómo hacer todo. Él me llevaba a ver cómo él compraba empresas, y cómo dirigir a las personas. 

Agradecimiento profundo a su guía 

Para mí, él fue un antes y un después. Mi padre empresarial y profesor, se llamaba José María Ciscar, un espectáculo de persona, empresario y líder. 

Comienzos en el mundo del coaching

Viviendo en Menorca, estaba un día leyendo una revista que siempre compraba, leí un artículo sobre ese tema, y eso me hizo enganchar, tanto así que viajé a Valencia para buscar mis apuntes de las clases que había tomado en el MBA. A mis 28 años, supe que eso era lo que quería hacer en mi vida.

Luego, surge el primer curso de coaching en España, y posiblemente el tercero o cuarto en Europa. Me fui a Barcelona para inscribirme en formación, ahí conocí a mi compañera y mejor amiga María José.

A partir de eso comencé a insertarme en esa área. ¿Qué pasó luego?, había gente que no estaba en eso, otras que hacían lo que tenían que hacer, que se comprometían. Y a mí eso me cargo y accedí al mundo de la inteligencia emocional, haciendo un postgrado en la Universidad Camilo José Cela, en donde llegue a impartir clases durante cuatro años.

También me especialicé en programación neurolingüística y decidí, sobre todo, algo muy diferenciador que fue la biodescodificacion, en una escuela en Estados Unidos.

¿Después de toda esa preparación, cómo nace JMBP?

Surge porque hay que darle un sentido empresarial, más que nada porque la normativa de los países te exige que tengas una forma jurídica, y le puse las iniciales de mi nombre. No es más, porque realmente mi marca soy yo, y de eso me di cuenta por un inconveniente, porque fui engañado por mi representante.

Pero son circunstancias que al final te van forjando, Tú no necesitas una marca de un nombre externo. Creo que he tenido la bendición de trabajar con las empresas y familias más importantes del país, y con gente maravillosa y talentosa.

¿Cuál es esa diferencia entre un líder y un jefe?

Te voy a decir algo que es polémico, pero hay muy pocos líderes. Otra cosa es que a todo el mundo por estar en una posición nombrado tú le llamas líder.

La gran diferencia es que un líder ha recorrido un largo camino y está estructurado desde la humildad y es capaz de mirar a los ojos de su gente y decirles: Estoy aquí para ti. Si es capaz de tener este diálogo con su gente, podemos empezar a pensar que es un líder.

¿Cuáles son los principales problemas que se presentan en las empresas en cuanto a los empleados?

Demasiada información y poca coherencia en la aplicación. Hoy en día la gente hace entrenamientos, pero la coherencia en aplicarlo, es increíble. Y otro punto es que no están trabajada internamente.

En tus palabras, ¿qué es la inteligencia emocional?

Es la habilidad de entender y saber qué emociones estás teniendo ahí. A partir de ahí trabajarlas en beneficio propio y de los demás. Tiene que ver de ti y, de ti hacia los demás.

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La respuesta no les va a gustar. No pueden hacer nada, no lo van a retener. Esas personas tienen un tiempo de estadía en tu empresa. Trata de negociar con ellos, preguntarles si lo que ofrecen es suficiente para ellos.

Entonces, en un año y medio, dos años, negociar. ¿Para qué? Para yo beneficiarme de todo lo bueno que tienes. Porque insisto, hay mucho talento, y en esos años yo pueda recibir la productividad del día a día. Y también generar procesos de trabajo y metodología, que vaya quedando como legado en la empresa.

Trayectoria profesional 

Es fundador y director de JMBP Human Institute y del JMBP Corporate & Human Consulting. Generador y fundador de diversos institutos de formación de coaching en España, Portugal, República Dominicana y diversos países en Centro y Sur América.

Formado en Management, Panificación estratégica y Alta gerencia en la escuela ODE de D. Francisco Javier PalomIzquierdo, Rep. De Peter Drucker, y los consultores Carles Banlles, D. Félix Velasco y D. José Manuel Pérez, su primer profesor de Coaching e Inteligencia Emocional, Barcelona y Valencia-España.

Ha trabajado para líderes, altos ejecutivos, supervisores, personal de empresa, y ha impartido programas formativos, procesos de coaching, consultoría emocional y empresarial. 

De su trabajo como coach ha aprendido que cuando trabaja una persona que acaba de tener un gran fracaso, tú tienes que haber fracasado, porque la empatía es diferente. Tú sabes esa persona, lo que está pasando, lo difícil que es.

José Manuel Benavent Perucho, es un vivo ejemplo de superación y un testimonio de progreso, que sin dudas debe servir para aquellos que no creen que puedan lograr el éxito o se desaniman por los obstáculos o adversidades.

Él comenzó desde abajo, y fue impulsado por la pasión de un área de trabajo que jamás pensó en ejercer, la cual lo ha llevado a ser exitoso, sin olvidar sus orígenes.

Preferencias:

Color favorito: Azul

Comida Favorita: Paella

Una película: Comer, rezar y amar

Un libro: “Como ganar amigos e influir sobre las personas

Un postre: Tres leches

Una canción: América, de Nino Bravo

Una ciudad: Santo Domingo

Un amigo: José Antonio, José Luis y en España, Julián

Mejor compañía: Mi hijo  

Un trago: Onyx, de ron Barceló