El segundo gobierno de Luis Abinader que comienza hoy tiene a su cargo responder a grandes expectativas que tienen los sectores económico, social, sindical y político. Ellos esperan que finalmente se resuelvan problemas pendientes que no fueron atendidos en el primer mandato.
En el ámbito laboral, el Gobierno tiene pendiente materializar una reforma laboral que ya tiene 11 años discutiéndose, incluyendo los cuatro de Abinader.
El sindicalista Rafael (Pepe) Abreu espera que al menos se logre la “reforma posible”.
“La reforma posible es que nos pongamos de acuerdo en los temas procesales, en los temas referidos a las nuevas modalidades laborales, que nos pongamos de acuerdo en aspectos que son administrativos, que creemos un sistema de conciliación.”
Otra reforma pendiente que Abinader hereda a su segundo mandato es la de la Ley de Seguridad Social, que provoca quejas por el gasto de bolsillo en los servicios médicos y por las bajas pensiones. Justo en 2028 se ha programado que comiencen a otorgarse las pensiones por vejez del sistema creado en 2001.
“La tasa de reemplazo que se prevé, de acuerdo a los cálculos que hacen los actuarios, si dejáramos el sistema sin modificar, apenas llegaría a aproximadamente un 22% del salario que del trabajador”, observa el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS).
Economía
En el ámbito económico se recoge una mezcla de optimismo y preocupación por el devenir de las finanzas públicas, la producción nacional y el poder adquisitivo de la gente.
El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), César Dargam, mira positivamente el panorama macroeconómico, basado en los resultados de los últimos años.
“El reto es preservar la estabilidad que sea garante de inversión y generación de empleos”, analiza Dargam.
Para él, las tareas pendientes están en el sector eléctrico y educativo.
El vicepresidente de la Fuerza del Pueblo, Radhamés Jiménez, observa importantes debilidades que las autoridades deberán trabajar.
“En el país hoy miles de niños que no podrán asistir a la escuela por falta de aulas, el sistema de salud luce colapsado, los hospitales públicos no tienen medicina, no aparece una aspirina, el sistema productivo nacional y el sector agrícola están en el suelo”, evalúa.
También le preocupa la realización de una reforma fiscal que, considera, podría afectar los intereses de las grandes mayorías
“Si el curso a seguir será lo que han hecho en estos cuatro años, el país no se sabe a dónde irá a parar”, vaticina el político.
Transparencia
El coordinador de Participación Ciudadana, Erick Hernández Machado, cree que la nueva gestión tiene el desafío de reducirce el gasto y del tamaño del Estado para lograr los objetivos de la reforma fiscal. Además, la lucha contra la corrupción.
Para ello, afirma que la función pública de la administración Abinader debe ir acompañada de “la presentación de las declaraciones juradas, el comportamiento ético por parte de los funcionarios públicos, la mejor de las gestiones que pueda brindar cada uno y de manera especial, la rendición de cuentas, que es de carácter obligatorio”.
En ese sentido, el movimiento cívico pondrá especial atención a la modificación constitucional, a la elección de jueces de la Suprema Corte de Justicia y a la escogencia de los nuevos miembros de la Junta Central Electoral y la Cámara de Cuentas.