¿Es la República Dominicana un escondite y refugio para criminales?

Las capturas en suelo dominicano de extranjeros perseguidos por crímenes en sus países son frecuentes. Incluso individuos que han evadido la justicia por más de una década, como la húngara Andrea Dudla, apodada la “fugitiva más famosa de Europa”, fueron capturados el año pasado.

Entre los capturados en esfuerzos coordinados de los organismos de persecución nacional e internacional se encuentran miembros de poderosas organizaciones criminales italianas, como el Clan Contini, y grupos como Mocro Maffia y No Limit Soldiers de los Países Bajos y Bélgica, quienes han buscado refugio en República Dominicana.

En 2018, se intentó que República Dominicana fuera el refugio para el cubano-estadounidense Augusto “Willie” Falcón, tras cumplir una condena de 20 años por su participación en los “cowboys de la cocaína” en Miami, que en los años 80 y principios de los 90 mancharon de sangre las calles de esa ciudad estadounidense. Este intento de refugio generó un escándalo, ya que se dice que el Gobierno de ese entonces habría llegado a un acuerdo con las autoridades estadounidenses.

La última noticia dada a conocer por las autoridades de España y República Dominicana es el caso de Sergei Berezin y/o Paul Bergholts, quien fue arrestado el pasado sábado en un complejo turístico en Bayahíbe, provincia La Altagracia. Se le acusa de liderar una estafa que asciende a los 645 millones de euros y que operaba en 35 países.

El fraude en el que se implica a Berezin se centraba en inversiones en plantas de cannabis para uso medicinal, utilizando un modelo de negocio similar a un esquema piramidal.

Este lunes 15 de abril, a las 9 de la mañana, compareció ante los jueces de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia con fines de extradición.

En junio de 2020, medios internacionales, especialmente italianos, reportaron la detención en República Dominicana de ocho miembros del Clan Contini, una mafia italiana. Estos individuos se habían establecido en el país y aparentaban ser hombres de negocios retirados.

Los fugitivos que lograron escapar a Santo Domingo continuaron sus actividades ilícitas, que incluían lavado de dinero, tráfico de drogas, estafa y otros delitos.

Entre los detenidos se encontraban Salvatore Vittorio, de 55 años; Sergio Cerioni, de 64; Oliviero Zilio, de 67; y Luca Finocchiaro, de 43.