Consecuencias de la superpoblación

Iniciemos por advertir lo que es superpoblación: se refiere al incremento de la densidad de habitantes que hay en determinada demarcación, en este caso, la medición es global.

Según los datos recogidos en informes científicos, el mundo tiene alrededor de 8,000 millones de habitantes, cuatro veces más gente que 100 años antes. Este fenómeno que se tendencia al alza tiene consecuencias alarmantes para la estabilidad mundial, ya que, al ser elevada, demanda automáticamente un mayor consumo, esto, en cierto modo, se torna insostenible.

Alimentación

Alimentar a ocho mil millones es un esfuerzo colosal, por supuesto que la producción de esos alimentos genera alto deterioro de la naturaleza, empezando por la agricultura, millones de hectáreas son deforestadas, plantadas de diferentes rubros, regadas con agua de las cuencas y embalses en sus alrededores, agotando los recursos hídricos que también son el sustento de agua potable para esa densa población.

La utilización de toneladas de agroquímicos, herbicidas y pesticidas generan muerte y enfermedades, es el costo para poder alimentar a esas multitudes, un ejemplo es el glifosato producido por Monsanto y patrocinado por Bayer, estas empresas son altamente sometidas a la justicia vinculadas a casos de cáncer por la utilización de este producto.

La ganadería es otro factor. Zonas de producción de cárnicos dejan una gigantesca huella para sostener a miles de millones de hogares que regularmente consumen carne.

El ganado, fuera de la devastación que se genera por producción de kilo de carne, también produce en masa gases de efecto invernadero, causando más estragos al calentamiento global que afecta directamente a esa superpoblación.

Agua

Dentro de los grandes desafíos que amenazan la vida de millones de personas está el recurso mineral agua, las fuentes de agua dulce de alta importancia para la producción de alimentos también lo es para el consumo cotidiano de los seres humanos.

Es que esos recursos hídricos se han estado agotando, y en países como República Dominicana tenemos escases estacionaria, presente en tres de las cuatro estaciones.

Otros puntos del mundo como África y Australia, han tenido que desarrollar estrategias para poder enfrentar altas crisis de agua, este factor causa miles de muertes cada año en todo el mundo.

Energía

La alta demanda de energía es un factor preocupante, principalmente cuando esa energía es proveniente de combustión fósil.

Productos derivados del petróleo son convertidos a energía eléctrica para impulsar a millones de hogares, aunque hay alternativas limpias, como las renovables, siguen poco atractivas para los gobiernos en casi todo el planeta pese a los beneficios que ofrecen en términos ecológicos. Este factor es más alarmante en materia de transporte, millones de vehículos circulan por las calles, casi en su totalidad impulsados por combustibles derivados del petróleo como gasolina y GLP, millones de toneladas de gases contaminantes son vertidos en la atmosfera, generando el efecto invernadero que incrementa las temperaturas que, posteriormente, nos lleva al cambio climático. 

Sectores que más emisiones generan:

Transpore
0%
Industrias
0%
Generación de electricidad
0%
Edificios
0%
Agricultura
0%

Residuos solidos

Al igual que la alimentación, hay otras actividades humanas que generan montañas de desperdicios, esos residuos deben ser manejados y conducidos a una morada final.

Aunque millones de toneladas de estos son reciclados diariamente en la mayoría de países del mundo, no es lo suficiente para reducir su impacto.

En República Dominicana, por ejemplo, citando el caso del Gran Santo Domingo, hay un solo depósito para la basura de millones de personas, ese es el vertedero de Duquesa. Ese depósito de basura que ha sido una bomba de tiempo para la ecología y la salud de los citadinos, solo es utilizado para depositar los desechos, dejando de lado la aplicación de protocolos requeridos para alcanzar hasta el nivel más básico de sostenibilidad.

Urbanismo

Sabemos que con el creciente número de habitantes en el mundo es necesario construir más viviendas. Otro de los factores negativos de la superpoblación es la metodología aplicada para suplir las elevadas necesidades del déficit habitacional, las ciudades ahora son verticales y esto sin duda ha salido caro al mundo.

La sostenibilidad está en juego cuando se apresuran los procesos para erigir nuevas viviendas, en ocasiones se deja de lado la planificación urbanística para evitar que se destruyan ecosistemas enteros sin el más mínimo criterio.

Dos ejemplos puntuales, el sector Las Malvinas a orillas del río Isabela, los humedales que anteriormente se conocían como Lagos y Lagunas fueron rellenados de escombros para levantar una barriada, el único recuerdo de la belleza de ese panorama es un paisaje dibujado en las memorias que guarda el Jardín Botánico Nacional.

El otro es el conjunto de humedales en una urbanización que construyó grupo Bisonó en Bayona, ecosistemas enteros fueron aniquilados para construir esa zona urbanizada que hoy sufre inundaciones causadas por las crecientes del río Haina en temporada de huracanes.

Ese conjunto de elementos se establece como las principales consecuencias de la superpoblación que se da principalmente por razones culturales y religiosas, pero, como el tema es tan extenso y a la vez delirante, dejo esta reseña a modo de abstracción.

Antes de abordar este tema de manera superficial, quiero resaltar un punto, el papel de la mujer ha sido determinante en la lucha por la disminución de la superpoblación. Digo esto porque los avances que ha tenido el género en aspectos culturales y ontológicos han provocado una disminución en la natalidad por parejas. La mujer ha luchado por inserción en el mundo laboral y en la vida política, dejando de lado el rol de ama de casa, lo que ha colocado la media de nuevos nacidos en 2.5 por familia, al menos en países desarrollados y con visión hacia lo sostenible, esto sin duda supone una reducción en ese sentido.

¿Qué deben hacer los gobiernos para contrarrestar la superpoblación? 

Regular la natalidad

Es un punto de grandes retos para los organismos internacionales y los gobiernos locales, en continentes como África y Asia, lo religioso y lo cultural han cimentado en sus poblaciones que, al tener muchos hijos, están generando una legión de servidores a las deidades a las que rinden tributo.

Países pobres como nuestro vecino, Haití, matizado culturalmente por las costumbres africanas, la natalidad por familia es muy alta, llegando a tener por pareja hasta 10 o más crías.

Los métodos anticonceptivos, que culturalmente para muchos causan tema de cuestionamiento, son un recurso por el que se debe apostar.

Los gobiernos pueden buscar los mecanismos para establecer por medio de legislaciones la aplicación de jornadas anticonceptivas sin que se vulneren derechos fundamentales como el derecho a la vida, el libre desarrollo de la personalidad, igualdad y libertad de culto, consagrados en la Constitución dominicana de 2015.

Educación sostenible

La reflexión inicial sobre la evolución de la mujer en el aspecto social es el mejor ejemplo de los amplios beneficios que deja educar sobre los efectos que causa la superpoblación.

Cuando fomentamos desde el hogar un modelo de vida sostenible de cara a los efectos anteriormente expuestos en párrafos de esta reflexión, formamos agentes de cambio, necesarios para la generación sucesora.

Si logramos mitigar el mito que aún no evoluciona a filosofía en muchas regiones del mundo, especialmente en las culturas religiosas, se puede lograr avances sostenibles en procura de una reducción de esa superpoblación que es causa de terror para el futuro de las generaciones que desde ya van formándose para dirigir este mundo.