El domingo 4 de febrero de 2024, los más de 5,5 millones de salvadoreños convocados a votar elegirán a su próximo presidente entre una terna de seis partidos políticos
El Salvador celebra este domingo elecciones presidenciales y legislativas bajo un régimen de excepción, que suspende algunas garantías constitucionales, y en medio de la polémica postulación del actual presidente del país, Nayib Bukele, para un segundo mandato consecutivo.
Con el régimen de excepción, una medida de seguridad implementada por el Gobierno de Bukele desde marzo de 2022 para combatir a las pandillas, se suspende el derecho a la defensa de las personas detenidas, la inviolabilidad de las telecomunicaciones y se extiende el plazo de la detención administrativa a un máximo de 15 días.
No obstante, esta medida hace sentir “más segura” a buena parte de lapoblación salvadoreña, que, según las últimas encuestas publicadas, saldrá a votar “sin temor”.
Esta medida, que se ha convertido en la principal y única acción del Ejecutivo contra las maras, ha elevado la popularidad de Bukele, gran favorito a ganar en estos comicios con más del 80 % de respaldo, según los sondeos de opinión pública.
Y aunque los opositores de Bukele y algunos sectores de la sociedad han denunciado violaciones a derechos humanos, los habitantes de las populosas comunidades y barrios históricamente afectados por el accionar de las pandillas manifiestan sentirse seguros con esta medida.