El Papa Francisco emitió un mensaje de preocupación ante la situación de violencia que atraviesa la ciudad argentina de Rosario, particularmente relacionada con el narcotráfico.
En su intervención, hizo un llamado a investigar la corrupción que facilita esta problemática y destacó la importancia de revitalizar el ámbito político para promover el bienestar general de la sociedad.
Enfatizó la necesidad de que todas las instituciones trabajen en conjunto para garantizar la seguridad en Rosario y abogó por políticas integrales que aborden tanto la oferta como la demanda de drogas, priorizando la prevención y la asistencia.
Resaltó el papel crucial de un sistema judicial independiente en la lucha contra la corrupción y el lavado de dinero asociados al narcotráfico. Además, instó al sector empresarial a asumir un compromiso social y ético en sus actividades comerciales, alejándose de cualquier colaboración con organizaciones delictivas.
También hizo un llamado al Estado para que brinde apoyo y oportunidades a los sectores más vulnerables de la sociedad, especialmente en los barrios afectados por la violencia y la pobreza.
Reconoció el papel esencial de la Iglesia en brindar apoyo espiritual y comunitario a aquellos afectados por la violencia y la adicción.
Finalizó expresando su solidaridad con los habitantes de Rosario y ofreció su bendición, haciendo hincapié en la importancia de la cooperación y el compromiso colectivo para construir una comunidad más segura y próspera.