Samaná, ubicada al noreste del país, es una de las 32 provincias de la República Dominicana, ocupando completamente la Península de Samaná. Su capital es la ciudad de Santa Bárbara de Samaná, usualmente llamada solo Samaná.
Debido a su posicionamiento en el mapa, era uno de los destinos más visitados por los piratas, quienes utilizaban sus bosques de palmeras, playas aisladas y cuevas ocultas como escondites, mientras que las tropas europeas y haitianas se disputaban las profundas aguas de su bahía.
Debido a esto, se entiende que muchas personas de distintas partes del mundo llegaron a la zona, y podemos encontrar una rica variedad de afrodescendientes asentadas allí, brindando un majestuoso colorido y variedad a la composición étnica de la península. Por eso no es raro encontrarnos con personas que tienen apellidos como Kelly, King, Johnson, entre otros.
En los últimos años, Samaná ha ganado terreno en el ámbito turístico, por ser una de las provincias con mayor diversidad de opciones para visitar, desde sus numerosas playas, como sus ríos, e incluso sus coloridas calles que hacen que toda la comunidad vibre y se llenen de las riquezas producto del aporte de cada una de las razas que allí convergen.
La península está cubierta con un aproximado de 50 playas, dispersas alrededor de su territorio, y algunas de ellas aún vírgenes y paradisíacas. De las más populares están Playa Rincón, en Las Galeras, Playa Cosón, en Las Terrenas, Playa Portillo, Playa Morón, entre otras.
A su vez, atractivos como Cayo Levantado, el balneario Caño Frío, y el Parque Nacional Los Haitises, hacen que la provincia nos brinde algunas de las mejores vistas de la majestuosidad y la belleza ecológica que poseen sus paisajes.
El avistamiento de las ballenas es una actividad emblemática de la zona, y que ocurre cada año, en los meses de enero a marzo, que es cuando estos mamíferos visitan las aguas cálidas de la zona para aparearse y dar a luz a sus crías.
Para los que desean conocer el lado histórico, pueden visitar algunas de las edificaciones, tales como la Parroquia de Santa Bárbara, La Churcha, las Casitas de Colores o los puentes de Samaná.
La península ofrece diversas opciones de alojamiento, tales como hoteles, villas y apartamentos, lo que hace posible que cualquier presupuesto de viaje se ajuste a alguno de los alojamientos que ofrecen, incitando a su vez que se conozca esta joya escondida en la región noreste.
Samaná es un paraíso escondido, donde la naturaleza sigue intacta y las playas parecen sacadas de un sueño. Aquí te espera un refugio de tranquilidad, arena blanca y aguas cristalinas. Explora cascadas ocultas, nada con ballenas jorobadas y descubre paisajes que pocos han tenido el privilegio de ver.
