La Entr3vista

David Pérez

“El artista venezolano que alcanzó el éxito en tierras dominicanas”

Para el diseñador venezolano David Pérez, trabajar en el mundo del arte fue un talento que descubrió desde que era un niño, y que ha ido perfeccionando conforme pasa el tiempo.

Llego a este país con una maleta cargada de sueños y añoranzas en su corazón porque tuvo que dejar su patria debido a los problemas que en aquel momento enfrentaba Venezuela, sin embargo, a pesar del sufrimiento y precariedades que vivió cuando emigro, esas vicisitudes fueron el impulso para seguir adelante, trabajando honradamente en cosas que nunca pasaron por su cabeza.

Esta es parte de la historia de este joven que llegó hace alrededor de seis años a República Dominicana cuando tenía 21 años, y en la actualidad se ha convertido en un talentoso emprendedor del área del diseño.

¿Parte de la historia de David Pérez 

Nací en Barquisimeto, una ciudad en Venezuela. Llegué a República Dominicana a raíz de la situación que estaba viviendo mi país, y como muchos tuve que emigrar, aunque mi primera opción fue Estados Unidos, pero me negaron la visa. 

De joven era una persona súper tímida, no me gustaba dialogar, sin embargo, sentía que tenía como un don, y me gustaba el arte. 

El emigrar fue uno de los primeros encontronazos que tuve, por el hecho de tener que hablar con personas. Emigrar es súper difícil porque llegas a un país donde no conoces a nadie, y tienes que hacer relaciones. 

Pero poco a poco fue ayudándome ese carisma, siempre siendo buena persona, eso es lo que me caracteriza y siempre le aconsejo a los demás que sean así también, así te paguen mal, no importa, porque hay un Dios que siempre ve todo y te va abriendo caminos. 

Al llegar aquí, debido a la necesidad, trabajé en un bar,
aunque que no tenía experiencia como camarero, luego trabajé de Uber. He hecho de todo en este país y no me avergüenzo porque sé el crecimiento que he obtenido hasta ahora.
 

¿Consideras que naciste siendo artista?

 Sí, uno nace con ese don que poco a poco tienes que ir mejorando.  Desde pequeño sabía dibujar, me gustaba, y nunca hice cursos. Mi mamá quizás no vio ese don en mí, pero yo sí sabía que estaba ahí.

Estudié dos años de Derecho en Venezuela que es totalmente lo opuesto a lo que hago actualmente, tenía ganas de crecer y a medida que trabaja iba creciendo. 

Ese talento lo tenía en pausa, entonces pensé que era tiempo de apostar a esto. Un día me dio por pintar un sombrero para ver qué tal me iba, abrí un Instagram y comencé a vender, a obtener ganancias y eso era lo que verdaderamente me gustaba, entonces por falta de tiempo tuve que dejar de hacer Uber. 

¿Alguna vez pensaste que ibas a diseñar y pintar?

La verdad no. Siempre soñé con ser un abogado, cosa que todavía tengo en mente como un proyecto, así no lo ejerza.

Nunca llegué a pensar que de que iba a ser un artista, de que iba a personalizar prendas, aunque sabía dibujar, pero debido a la situación de mi país, amerita a salir adelante con lo que sea.

Velero, inicio de un proyecto hecho realidad

En búsqueda de evolucionar me fui Colombia en el 2020, en donde estuve ocho meses. Allá, me asocié con un colombiano para emprender en el área de ropa, pero luego vino la pandemia, y no podíamos vender. Dejé a alguien encargado allá, regreso a dominicana, porque aquí hago lo que sea y sé que me iba a ir bien.

De ahí surge la idea de pintar y vender por Instagram, algo que todo el mundo estaba haciendo en ese momento era vender trajes de baño, y otros productos, pero me dije: no voy a vender lo mismo que el resto. Entonces preferí hacer algo diferente, voy a comenzar a pintar ya que ese es mi fuerte como tal, e inicié con sombreros.

Como estamos en una isla las ventas se dispararon, hacía entre veinte y treinta sombreros diarios. O sea, yo literal no dormía, pero era lo que yo andaba buscando, se sentía placentero porque estaba trabajando para mí. 

Ya Velero tiene tres años, mi emprendimiento surgido en pandemia.

¿A qué atribuyes el éxito de Velero?

Primero que todo a Dios, segundo mi talento y tercero, puede ser las recomendaciones de mis clientes pasados, porque siempre he hecho todo con amor.

Mi mamá me ha enseñado que, si vas a hacer algo, hazlo bien hecho. Por ejemplo, al momento de hacer algún dibujo o arte, lo hago lo mejor que pueda.

Perfeccionándose con el tiempo

Tú vas mejorando con la práctica, eso es de lógica, poco a poco se te hace más fácil, vas agarrando gusto con eso.  He hecho cursos en Altos de Chavón, y eso me ha ayudado también.

Venciendo obstáculos

Por ser extranjero hay muchas limitaciones porque no tienes contacto, no conoces a nadie y nadie te recomienda.

Mi crecimiento fue paso a paso, fue creciendo sin ayuda de nadie, solo Dios fue abriéndome puertas. También por la constancia, responsabilidad y la dedicación, aunque no duerma por estar laborando en la madrugada, trabajar es algo que desde pequeño me ha gustado y no representa una carga, simplemente lo veo como una pasión.

¿Cómo evalúas el paso de tu empresa y de aprendizaje en estos tres años?

El primer año es difícil para cualquier emprendedor, porque te estás dando a conocer, quizás no tienes muchas ganancias. A medida que van reconociendo tu trabajo y arte, todos te van recomendando.

El segundo año para mí fue mucho mejor, subí el precio de mis artículos porque sabía que estaba siendo reconocido y que la gente estaba valorando el arte. Luego me lanzo al mundo de los eventos, actualmente estoy trabajando con varias personas del mundo de los organizadores de boda, y ellos me llevan como artista para personalizar en vivo.

Tengo mi empresa registrada, ya soy una marca y empresa. No solo diseño artículos para personas, sino que he llegado a personalizar hasta 500 vasos para distribuir en grandes eventos, por ejemplo, en Chivas Regal, he diseñado más de 200 tenis y otras cosas más a nivel masivo. También he trabajado con la marca Perrier.

Servicios que ofrece Velero

Mi fuerte son los sombreros personalizados, también jackets, tenis, maletas, murales, franelas, termos, cascos de motos, gorras, bandoleros, y sinfín de cosas, con decirte que una vez me tocó personalizar un bozal de perro.

Yo puedo personalizar cualquier cosa que me pidan los clientes, pasando primero por un proceso de evaluación con la pintura o la tela. Porque no te voy a mentir, una vez pinté algo y a los dos días se persona se le cayó la pintura, por eso sabía que tenía que ir mejorando.

En la actualidad, importo la pintura de otro país, y así poco a poco tú vas creciendo.

Personalización en vivo

Todo comenzó cuando una novia vio el arte en Instagram, ya ella me había comprado anteriormente y me dijo que quería un souvenir para su boda. Era primera vez y fue súper difícil porque todavía no tenía conocimiento, recuerdo que esa vez trabajé con 50 sombreros.

Me encargo de hacer en vivo lo que me pidan, nombres, iniciales, cualquier solicitud que me hagan. Y conforme pasa el tiempo he ido adquiriendo experiencia.

En principio fue encantador porque le estás vendiendo una experiencia y es un souvenir para las personas y quedan súper encantadas con el trabajo.

¿Qué significa Velero para ti?

Más que la materialización de un sueño, Velero es la voz de Dios hecha realidad. Velero es una promesa cumplida de lo que una vez fue una petición y un llamado. Es mi trabajo, mi esfuerzo y la dedicación de que con esmero y un con un norte claramente definido, se puede llegar. Por eso en palabras simples puedo decir que siento a Velero como una parte de mí.

Te cuento que nació en el 2017 en Venezuela. El nombre surgió porque una vez escuché la voz de Dios que me dijo que era como su hijo Pedro, o sea que era como un poquito terco, pero que tenía un corazón súper sensible a él, y por eso quise ponerle Velero a la marca, como la barca de Pedro.

Velero lo es todo para mí, Velero soy yo, obviamente, porque he llegado a hacer cosas que pensé que nunca iba a lograr, he cumplido sueños y logrado alcanzar muchas metas que quizás por ser emigrante las veía muy difícil.

Los sueños se cumplen porque he hecho tantas cosas que en tiempo pasado eran inalcanzable. 

Velero en aguas internacionales

He trabajado a nivel internacional, pero ahora mismo estoy concentrado a nivel local, aunque me han hecho algunas propuestas para pintar en otros países.

¿Qué significa la familia para David?

Desde pequeño siempre fuimos muy unidos, aunque en muchas cosas inestables, pero mis padres siempre nos inculcaron el amor, unión, honestidad y ser trabajador. Siempre me ha gustado trabajar e ir por lo mío.

El primer año en este país fue duro sin mi familia, si te soy sincero lloraba todos los días porque necesitaba mi familia. 

Mi familia es un pilar fundamental, porque es súper difícil crecer en un país donde no conoces a nadie, pero siempre sentía el apoyo, y sin ellos no hubiese llegado a donde estoy.

De no ser abogado o artista plástico, ¿a qué te hubieras dedicado?

Es difícil porque la vida muchas vueltas, evidentemente en Venezuela quería ser un abogado, no había otra cosa en mente, pero llegar a un país extranjero y empezar a estudiar, cuando en realidad lo que necesitaba era trabajar para salir adelante, era difícil.

Pero si no fuera un artista plástico, puedo decirte que de una u otra forma hubiese sido empresario, porque también intenté ser diseñador de moda, yo estaba confeccionando camisas, y me fue bien en Colombia, quizás hubiese sido diseñador.

¿Qué te mueve como ser humano?

Puedo decir que la gratitud, siento que es una palabra muy de mi persona, siento que todo se lo debo a Dios, y si alguien hace algo por mí le soy reciproco.

¿Cuál ha sido el mayor reto que has tenido que enfrentar?

Comenzar de cero en otro país, es súper difícil comenzar de nuevo, porque en mi país lo tenía todo. Fue chocante, pero me ayudó a ser mejor persona y a evolucionar.

Conclusión:

David Pérez es un hombre perseverante y fajador, que en cada pieza que personaliza le agrega pasión y amor, sin importar el sacrificio que esto suponga, porque es lo que lo ha ayudado a posicionarse.

Está en una de las mejores etapas de su vida,  tanto a nivel profesional como personal,  porque nos contó que próximamente se convertirá en padre, algo que anhelaba desde hace mucho tiempo, y también,  como proyecto a futuro tiene en carpeta comenzar a hacer esculturas y seguir trabajando con marcas reconocidas.

Preferencias de David:

Color favorito: Azul

Comida Favorita: Espaguetis a la boloñesa

Una película: Titanic

Un libro: Harry Potter Harry Potter 

Un postre: Flan

Una canción: Se supone, de Luis Fonsi 

Una ciudad: Paris

Un amigo: María Fernanda Anzola

Mejor compañía: Mi pareja

Un trago: Wiski