El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó este martes su agradecimiento a su homólogo costarricense, Rodrigo Chaves, por el apoyo que Costa Rica está brindando en la gestión de la migración, especialmente con relación al gran número de personas que se dirigen hacia Estados Unidos.
“Gracias por su cooperación en los desafíos migratorios que enfrentamos cada día”, manifestó Biden dirigiéndose a Chaves al inicio de su encuentro en el Despacho Oval de la Casa Blanca y en presencia de los medios de comunicación.
Biden recordó como hace un año ambos mandatarios firmaron durante la Cumbre de las Américas la llamada Declaración de Los Ángeles, en la que veinte países del continente americano se comprometieron a abrir vías para acoger a refugiados, pero también a deportar a quienes no cumplan con los requisitos de asilo.
“Usted hizo esa declaración posible”, dijo Biden a Chaves, y al mismo tiempo alabó el “increíble” trabajo que ha hecho y le agradeció haber sido una “gran aliado” en materia migratoria.
Asimismo, el mandatario estadounidense expresó su deseo de fortalecer la alianza con Costa Rica en economía y en seguridad para hacer frente al aumento del crimen organizado, que ha provocado un aumento en la tasa de homicidios en el país centroamericano, que solo en 2022 registró un récord de 656 homicidios.
Costa Rica, fundamental para los objetivos migratorios de EE.UU.
Además de la Declaración de Los Ángeles, Estados Unidos y Costa Rica pusieron en marcha en junio un programa piloto de seis meses llamado “Movilidad Segura”, que busca ofrecer vías legales para migrar a territorio estadounidense a algunos de los nicaragüenses y venezolanos que figuran entre los 240.000 solicitantes de asilo que actualmente se encuentran en el país centroamericano.
Aparte de en Costa Rica, el Ejecutivo de Biden ha creado otros programas pilotos de ese programa de “Movilidad Segura” en Colombia para ayudar a cubanos, haitianos y venezolanos; y en Guatemala, con el objetivo de asesorar a los nacionales de ese país sobre las opciones que tienen para migrar legalmente a Estados Unidos.
Costa Rica, con unos 5,1 millones de habitantes, tiene una posición migratoria complicada: se ha convertido en el principal destino de los nicaragüenses que huyen de su país, sumergido en una profunda crisis desde la ola de manifestaciones de 2018 en la que cientos de personas pidieron la renuncia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y que acabaron con cientos de muertos, presos y desaparecidos.
Además, Costa Rica es una vía de tránsito para quienes han atravesado la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá y cuyo destino es Estados Unidos.