RÍO DE JANEIRO. – El Banco Mundial anunció un paquete de medidas urgentes dirigidas a enfrentar el hambre que afecta a importantes núcleos familiares en gran parte del mundo.
Las medidas también tienen el objetivo de permitir que las personas vulnerables aumenten sus ingresos, mejoren su resiliencia frente a las crisis climáticas y promuevan el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
El organismo financiero hemisférico dispondrá de un plan para ampliar los programas de protección social, trabajando junto a los socios, para ayudar a cerca de 500 millones de personas en los países en desarrollo para 2030, con el objetivo de que la mitad sean mujeres y niñas.
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Con la medida se persigue alcanzar el objetivo y utilizará sistemas innovadores de transferencias en efectivo que garanticen que las personas más necesitadas reciban los recursos y se pueda combatir la corrupción y el despilfarro.
El banco será el principal socio en materia de conocimientos de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza del grupo económico G-20, establecido por Brasil, con lo que persigue generar soluciones contra el hambre y coordinará un intercambio de conocimientos junto con Brasil, en beneficio de todos los países.
Como parte de la iniciativa, la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Grupo Banco Mundial para los más necesitados, facilitará financiación a los países para que la utilicen en políticas que respondan al hambre y la pobreza. La AIF es la principal fuente de subvenciones y financiación en condiciones favorables para luchar contra la pobreza y el hambre.
Según cifras publicadas hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 700 millones de personas en todo el mundo sufren de hambre.
El Grupo Banco Mundial seguirá adaptando las intervenciones en función de las necesidades específicas de los países, utilizando una combinación de programas de protección social que han demostrado ayudar a las familias pobres a ganarse la vida dignamente y superar la pobreza extrema y el hambre.
Entre ellos, se incluyen el apoyo a los ingresos básicos, el acceso al capital inicial, el ahorro y la formación, el asesoramiento y la tutoría. Basándose en los datos más recientes, también aprovechará los programas de protección social como herramienta para hacer frente a los efectos adversos del cambio climático y promover la igualdad de género.