«Aprendí a pensar y a tomar decisiones sobre la base de mi felicidad, y eso me hace también ser más libre».                      

Con seguridad, afirma que tiene el ímpetu, energía y la constancia para hacer que cosas que lleguen a ella puedan ser mejores, y ver cómo la vida de las personas es transformada

Estratega, libre y constante

Ella es una mujer de carácter fuerte, conversadora, creativa, independiente y conservadora. Nos referimos a Alicia Puello, la segunda vicepresidenta de Comunicación Corporativa del banco BHD, una apasionada profesional, cuya filosofía de vida es hacer lo que le brinde felicidad, más allá de cualquier cosa.

Podríamos decir, que su talento innato y preparación, en esa área que tanto disfruta y la cual ejerce con una impecable profesionalidad, la han llevado a obtener éxito, evidenciado en la confianza que han puesto importantes empresas sobre su hombro, además, de que le gusta compartir a través de la enseñanza, sus conocimientos.

En esta primera edición de E3 Noticias, conoceremos de cerca quién es Alicia, no solamente sobre lo que ha sido carrera al pasar de los años, sino a la persona que hay detrás de las ideas, estrategias y tácticas.

¿Quién es Alicia Puello, cómo se describe?

Yo tengo una frase de vida. Soy libre y feliz. Eso es lo primero que me describe como persona. ¿Qué quiere decir eso? siempre voy a escoger lo que me haga feliz por encima de cualquier cosa. De hecho, tengo dos grandes preguntas que siempre me hago ante decisiones difíciles. La primera es: ¿esto me va a llevar donde quiero estar de aquí a diez años? Si la respuesta es no, pues ya se acabó, no hay más nada que hablar. Ahora, si la respuesta es sí, la otra pregunta, que es la que define si tomo ese camino o no, es ¿esto me va a hacer feliz? Y si la respuesta es no, yo declino.

Me ha pasado con ofertas de trabajo, me ha pasado con momentos de mi vida donde he tenido a lo mejor, algo que pareciera una gran oportunidad, pero cuando la filtro, me digo si esto me va a llevar a donde yo quiero estar en cinco o diez años. Al final, una oportunidad no quiere decir que te va a hacer feliz necesariamente. Aprendí a pensar y a tomar decisiones sobre la base de mi felicidad. Y eso me hace también ser más libre.

Diría que mi vida se basa en lo que puedo hacer por mi familia, por lo que tengo alrededor de mí, por mis compañeros de trabajo, mis clientes, el lugar donde trabajo, por mis estudiantes.

 ¿Cómo es tu personalidad?

Tengo mi lado oscuro. Soy muy dominante, abarcadora, y avasallante en algunos momentos. Entonces, esa parte, yo la dejo salir cuando es necesario, porque hay momentos de la vida en que es necesario que sea el monstruo el que tome control.

Por ejemplo, en situaciones de crisis que estoy trabajando, el monstruo tiene que apoderarse, porque si no, ¿cómo lo hago? Tengo que lograr, tengo que tomar decisiones y pensar rápido. Eso es parte de mi personalidad. Y naturalmente, soy una persona dominante.

 «Al final una oportunidad no quiere decir que necesariamente te va a hacer feliz».

¿Cuál ha sido el mayor reto de tu vida?

Criar a Iván, y una etapa de tristeza en mi adolescencia. Tuve momentos oscuros, que no quiero repetir, ni remotamente, sobre todo en ese período, que fue también que me ayudó a darme cuenta de cuál era mi camino en la vida y de cómo definir lo que para mí era importante.

Para mí, específicamente la adolescencia fue muy difícil. Me di cuenta que estaba creciendo, porque me gustaba un niño. Yo tenía como 12 años, y me acuerdo que él me dijo: eres linda, pero demasiado gorda. Ni siquiera estaba consciente de ello, porque en mi casa me educaron con mucha autoestima e independencia.

Una familia talentosa:

En mi familia hay mucha gente con talentos artísticos. Por ejemplo, mi papá es ginecólogo obstetra, pero canta, escribe, pinta. Mi mamá canta muy bien, mis hermanos dibujan, y hay uno que tiene carisma para las ventas. Y mi talento oculto, que no lo he desarrollado, es que soy muy buena dibujando.

Pero definitivamente lo que siempre ha estado presente en mí es la escritura. Por ejemplo, yo tengo cuentos escritos de muy chiquita. Y también me gustaba diseñar ropa. De los cuentos que escribía, recuerdo que el tema del drama y el romance, era lo principal. Aunque había poesías tristes, melancólicas, románticas y profundas.

¿Cómo conoció a su esposo Juan?

Hace ocho años, desde aquel mensaje de WhatsApp… un amigo me había dicho que cómo era posible que yo estuviera soltera, y nos presentó. Pero en principio yo no quería, porque no me gustan que me consigan citas. Después comenzamos a conocernos y hablar, pero antes vio mi foto y dijo: Qué doncella más hermosa…

Luego de escribirnos y hablar, nos conocimos en persona, porque tomé la iniciativa. Desde ese momento, hemos estado juntos, complementándonos para ser mejor cada día.

De esa etapa de escribir poemas, alguna vez pensó que lo iba a hacer para grandes marcas:

 Jamás, ni remotamente. De hecho, descubrí que ese talento me servía para eso cuando empecé a trabajar con temas de comunicación interna, que tampoco sabía que se llamaba así, y me daba cuenta, de que para mí era muy fácil escribir una historia o escribir cualquier cosa, hasta copiar el estilo de otro. 

Nunca pensé que de eso iba a vivir, porque de hecho quería estudiar medicina. Aunque siempre he sido una mujer independiente, pues trabajo desde los 16 años, y nunca lo he dejado hacer, porque es algo que me gusta.

Publicista sin planificarlo

 Todo inició cuando un profesor del colegio, sin yo saberlo, me inscribió en un programa de becas en Unapec. Un día me llaman de la universidad y me dicen: usted ha sido seleccionada para una beca, y pregunté ¿cual? Pues investigué y supe que había sido él, porque me quería mucho y por mis buenas calificaciones. Pues arranco para la universidad a ver de qué se trata, recuerdo que andaba con mi mejor amiga del colegio, quien iba a estudiar esa misma carrera, y cuando me preguntaron, no sabía qué elegir, y terminé estudiando publicidad.

Y al final, resultó que estudiar esa profesión en esa época, fue como una especie de taller, me encontré todo fácil, y además me gustaba, aunque no fue planificado, tanto es así que me gradué con los máximos honores. En ese sentido, me dejo llevar de las cosas según van fluyendo. Eso no quiere decir que no planifique, pero dejo que todo fluya.

Mira ese ejemplo, no me fue mal.  Toda mi vida he trabajado con temas de comunicación.

De la publicidad, al mundo de la comunicación corporativa

Mi primer trabajo oficial fue una agencia publicitaria. Comencé como asistente de medios y luego planificadora. Un día había que hacer un media tour, (no sabía lo que era eso), entonces, me explicaron, y lo hice. De ahí, me gustó, porque era una parte interesante.

Después, trabajé en agencia de colocación de publicidad internacional. Ahí comenzaron a asignarme los eventos y relaciones públicas. A partir de eso, me fui entrando en ese mundo.

Vuelvo a cambiar de trabajo, y caigo en una agencia de comunicaciones llamada Newlink, donde tuve el privilegio de ser una de las primeras generaciones que trabajó ahí. Estando allá, entendí que eso era lo que había estado haciendo toda mi vida, y me gustaba.

Empecé a darme cuenta que tenía la habilidad de planificar esos mundos, de integrar uno en un solo plan, en una sola iniciativa de comunicación.