La violencia se intensificó luego de que el líder de la banda Los Choneros, Adolfo Macías, conocido como Fito, escapara de la cárcel de Guayaquil.
La trágica noticia del asesinato de la alcaldesa Brigitte García y el director de comunicación del municipio, Jairo Loor, en San Vicente, Manabí, ha sacudido a Ecuador.
El hallazgo de ambos sin vida en un vehículo, víctimas de disparos, ha generado conmoción en la población y ha elevado las alarmas sobre la creciente violencia en el país.
Este suceso se enmarca en un contexto de tensión exacerbada por el estado de excepción vigente en Ecuador desde enero, cuando la fuga de Adolfo Macías, alias “Fito”, líder de la banda criminal Los Choneros, desencadenó una ola de violencia ligada al narcotráfico.
La situación se tornó aún más crítica cuando el presidente Daniel Noboa declaró al país en un estado de conflicto armado interno, calificando a una veintena de organizaciones narcotraficantes como “terroristas” y “beligerantes”, y desplegando a las Fuerzas Armadas para combatirlas.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por mantener el control y garantizar la seguridad, los recientes acontecimientos demuestran la persistencia de la violencia en diferentes partes del país. En Sucumbíos, una emboscada a una patrulla del ejército dejó un soldado muerto y varios heridos.
En Latacunga, la policía evacuó un estadio debido a una amenaza de bomba, encontrando luego explosivos de fabricación casera.
Este clima de inseguridad no es nuevo para Ecuador, que ha experimentado un aumento preocupante en la violencia en los últimos años. La fuga de Macías y la subsiguiente escalada de violencia son solo el último capítulo en una serie de eventos que han sacudido al país.
Desde políticos hasta fiscales, y pasando por ciudadanos comunes, nadie parece estar a salvo de la creciente amenaza de la criminalidad. El gobierno ecuatoriano ha implementado diversas medidas para hacer frente a esta crisis, incluyendo operativos de seguridad, detenciones y decomisos de drogas. Sin embargo, el desafío persiste y Ecuador continúa luchando por recuperar la paz y la estabilidad.