La lucha contra el COVID-19 sigue en curso mientras el virus evoluciona, dando lugar a nuevas subvariantes. El SARS-CoV-2, el virus responsable de la pandemia de COVID-19, se transforma constantemente, lo que conlleva a cambios en su composición genética con el tiempo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado una nueva subvariante del COVID-19 llamada EG.5 (popularmente conocida como ‘Eris’), que ha ganado relevancia, superando a la variante previa XBB.1.16. Esta tendencia de nuevas variantes se espera que continúe, algunas desaparecerán, otras perdurarán y potencialmente reemplazarán a sus predecesoras.
Nuevos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos revelan que EG.5 representa un porcentaje significativo de 17.3% de todas las infecciones por COVID, mientras que XBB.1.16 está relacionada con el 15.6% de los casos. Tendencias similares se observan en otras partes del mundo, con casi un 12% de muestras mostrando prevalencia de EG.5.
En el informe de la OMS publicado el 9 de Agosto, destaca que las infecciones por EG.5 se han reportado en 51 países desde su detección inicial en Febrero de 2023. Esto plantea la pregunta: ¿Que nivel de preocupación debe tener la población global?
Basandonos en la evidencia actual, EG.5 muestra una mayor prevalencia y ventajas en su transmisión, ademas de una mayor capacidad para evadir la respuesta inmunológica en comparación con ciertas variantes existentes. Sin embargo, la OMS asegura que no han registrado cambios en la gravedad de la enfermedad vinculados a esta subvariante.
Si bien es cierto que existe la preocupacion por enfermedades graves en los adultos mayores y las personas con enfermedades de base o sistema inmunológico debilitado, estas nuevas variantes no están presentando síntomas distintos a los virus previos. No obstante, sigue siendo recomendable que las personas en grupos de alto riesgo se mantengan alerta y protegidos.
Aunque una infección causada por una variante en particular sea menos propensa a provocar enfermedades graves, un aumento en el número de casos puede llevar a un incremento en las hospitalizaciones, aumentar la presión sobre los recursos médicos y posiblemente las tasas de mortalidad.
Los expertos señalan que las dosis de refuerzo podrían ofrecer cierta protección contra EG.5, ya que esta cepa es similar a otras subvariantes XBB. Ademas, se espera que los tratamientos, sigan siendo efectivos contra esta variante.
Ante la aparición de EG.5 y el resurgimiento de los casos de COVID-19, los expertos enfatizan que el virus no ha desaparecido, el Covid persiste. En consecuencia, las medidas de precaución siguen siendo fundamentales.
Más allá de las prácticas fundamentales de salud e higiene, como el uso de mascarillas y el lavado de manos, hay diversas formas en que las personas pueden contribuir a protegerse a sí mismas y a sus comunidades de los resultados graves del COVID-19. Los CDC recomiendan una serie de acciones de prevención contra COVID-19:
- Mantenerse al día con las vacunas y dosis de refuerzo contra el COVID-19.
- Mejorar la ventilación en interiores.
- Aislarse en casa si se sospecha o confirma el COVID-19.
- Buscar atención médica si se tiene COVID-19 y se corre un mayor riesgo deenfermedad grave.
- Minimizar el contacto con personas sospechosas o confirmadas de tenerCOVID-19, además de evitar grandes reuniones en espacios interiores para reducir los riesgos de infección.
Jeltsina Sosa Victorio
Doctora en Medicina con concentración en investigación, mención cum laude por la Universidad Iberoamericana (Unibe).
Miembro activa en el programa de Principios y Prácticas de la Investigación Clinica en Harvard T.H. Chan School of Public Health, Estados Unidos.
Certificada en Lenguaje de señas Americano
Actualmente se desempeña como Clinical Care Coordinator en Essen Health Care.