El vicepresidente de Taiwán, William Lai, llegó este lunes a Paraguay para asistir este martes al acto de juramentación del economista Santiago Peña como nuevo presidente del país suramericano, en medio de las críticas formuladas por China por su escala en territorio estadounidense.
Lai arribó al aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, ubicado en la ciudad de Luque y que sirve a Asunción, donde fue recibido por el viceministro de Relaciones Exteriores, Raúl Silvero Silvagni, y el intendente (alcalde) de la capital paraguaya, Óscar Rodríguez.
El funcionario, que se presenta como candidato a las elecciones presidenciales del próximo año en la isla, partió el sábado de Taiwán.
Antes de su llegada a suelo paraguayo, el único país suramericano que mantiene relaciones oficiales con Taipéi, Lai hizo una escala en Nueva York. Se prevé que a su regreso aterrice en San Francisco antes de retornar a Taiwán.
Después de conocer el itinerario del vicepresidente taiwanés, China señaló, en un comunicado difundido por su ministerio de Exteriores, que se opone “firmemente a cualquier forma de contacto oficial entre Estados Unidos y Taiwán”.
En ese sentido, advirtió de que tomará “medidas contundentes para salvaguardar su soberanía e integridad territorial”.
Pekín consideró que este hecho “viola el principio de ‘Una Sola China’ y daña gravemente la soberanía e integridad territorial de China”.
Además, apuntó como causa de las tensiones en el Estrecho de Taiwán “la insistencia de las autoridades taiwanesas de contar con EE.UU. para buscar la ‘independencia’ así como la de Washington de ‘usar a Taiwán para contener a China’”.
En abril, China realizó tres días de ejercicios militares después de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, se reuniera con el jefe de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, en California, a su regreso de un viaje a Guatemala y Belice.
Las tensiones entre Taipéi y Pekín se recrudecieron el verano pasado por cuenta de la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, fuertemente protestada por las autoridades chinas, quienes la calificaron de “farsa” y “traición deplorable”.
China reclama la soberanía de Taiwán, un territorio que considera una “provincia rebelde” desde que en 1949 los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra contra el ejército comunista.