En cada Semana Santa, los hogares dominicanos se transforman en verdaderos templos del sabor. Las cocinas se llenan del aroma cálido de la canela, el clavo dulce y el coco, señal inequívoca de que llegó el momento de preparar el postre más esperado del año: las habichuelas con dulce. Pero una pregunta divide a muchos: ¿se disfrutan más con los granos enteros o coladas, bien suaves?
Una tradición que sabe a hogar
Hacer habichuelas con dulce en Semana Santa no es solo una costumbre, es un ritual familiar. Desde hace generaciones, madres, abuelas, tías y vecinos se reúnen para preparar grandes ollas que luego se comparten con familiares, amigos y hasta con el vecino que toca la puerta “por si sobró un chin”.
La tradición se remonta a épocas coloniales, y aunque sus orígenes exactos son debatidos, muchos coinciden en que es una fusión de ingredientes africanos, europeos y taínos que resultó en este postre único en el mundo. En República Dominicana, se dice que si no comiste habichuelas con dulce durante Semana Santa, algo te faltó.
Habichuelas con dulce es más que un postre: es un símbolo cultural. Y como toda tradición viva, evoluciona, se adapta y se discute. Pero sin importar cómo las prepares, el sabor siempre será un puente entre generaciones.
Una receta, muchas versiones
La receta básica incluye habichuelas rojas cocidas, leche (evaporada, condensada y de coco), azúcar, batata, pasas, clavos dulces, canela y un toque de sal.
Pero lo que varía —y despierta pasiones— es si se dejan o no los granos de las habichuelas en la mezcla final.
El equipo “con granos”
Para muchos, los granos son parte esencial de la textura del postre. “El grano le da carácter. Siento que sin eso no son habichuelas con dulce, es como una crema sin alma”, comenta Doña Rosa, una residente de Villa Mella que ha preparado habichuelas con dulce por más de 40 años.
Los defensores de esta versión aseguran que el sabor es más auténtico y que representa mejor la receta original de las abuelas.
El equipo “sin granos”
En contraste, otros prefieren colar la mezcla para obtener una textura más suave y elegante. “Yo no soporto sentir los granos en el dulce. Me gusta que sea cremoso, como un pudín”, explica Carlos Méndez, un joven chef que reinterpreta recetas tradicionales en su restaurante de la Zona Colonial.
Además, para algunos, los granos pueden causar incomodidad digestiva, por lo que optan por eliminarlos.
¿Y tú, de qué lado estás?
Aunque la diferencia pueda parecer mínima, para los dominicanos es casi una cuestión de identidad. En redes sociales y en reuniones familiares, cada quien defiende su versión como si se tratara del equipo de pelota favorito.
Más allá del sabor
Habichuelas con dulce no es solo un postre: es memoria, identidad y comunidad. Cada familia tiene su versión secreta, su truco especial, y su historia favorita de Semana Santa alrededor de una olla de unas buenas habichuelas con dulce. Y aunque el debate entre granos o sin granos probablemente nunca se resuelva, lo que sí está claro es que este dulce seguirá siendo un símbolo de unión y sabor en la cultura dominicana.
Receta habichuelas con dulce
Ingredientes:
- 1 libra de habichuelas rojas
- 4 tazas de agua (para hervir las habichuelas)
- 1 lata de leche evaporada
- 1 lata de leche condensada
- 1 taza de leche de coco
- 2 batatas medianas, peladas y cortadas en trozos
- 1 ramita de canela
- 4-6 clavos dulces
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de vainilla
- 1 taza de azúcar (al gusto)
- 1/2 taza de pasas
- Galletitas de leche o casabe para acompañar
Preparación:
- Hervir las habichuelas en agua hasta que estén blandas. Luego licuar con parte del agua de cocción. (Aquí es donde decides: si prefieres sin granos, cuela la mezcla; si prefieres con granos, reserva algunos enteros antes de licuar o no cueles nada).
- En una olla grande, mezcla el puré de habichuelas (colado o no) con las tres leches: evaporada, condensada y de coco.
- Añade la canela, los clavos dulces, sal y azúcar. Cocina a fuego medio, removiendo constantemente para que no se pegue.
- Incorpora las batatas y las pasas. Cocina hasta que las batatas estén suaves y la mezcla tenga una consistencia cremosa.
- Agrega la vainilla al final. Sirve caliente o fría, acompañada de galletitas de leche o casabe.