¿Es posible que un recorrido de 15 minutos pueda extenderse a una hora o incluso más debido a los tapones? Por increíble que parezca, es la realidad de muchos conductores que transitan las calles de Santo Domingo, especialmente en horas pico. Pero, ¿por qué sucede esto? Para entender el motivo de estos embotellamientos, es bueno conocer algunos datos importantes.
De acuerdo al censo realizado por la Oficina Nacional de Estadística en el 2022, la provincia de Santo Domingo cuenta con la cifra de 2,769,588 habitantes, lo que comprende alrededor del 25% de la población total del país. A esto se le suma la cantidad de vehículos que se encuentran en la nación, cantidad que asciende a los seis millones en todo el territorio nacional incluyendo motocicletas al 2024, lo que traduce la tasa de motorización a 507.8 vehículos por cada 1,000 habitantes, es decir, alrededor de la mitad de todos los dominicanos poseen un medio de transporte, convirtiéndonos en el tercer país con más vehículos per cápita en América Latina, solo detrás de Argentina y Brasil.
Entendemos que a pesar de haber experimentado grandes cambios desde que el COVID-19 nos impactó, nuestra economía pudo recuperar su ritmo de crecimiento de alrededor de un 5% anual, y hemos vimos esto reflejado en el aumento de vehículos que ingresaron al país. Pero también sabemos que contamos con recursos de transporte público, tales como el Metro y el Teleférico, que sirven como alternativas para minimizar el uso del transporte terrestre, igualmente que con los servicios de carros públicos y la OMSA. Entonces, la pregunta sería, ¿Por qué hay tantos tapones en Santo Domingo?
La ONE informa que la tasa de crecimiento de la población es del 1.64% anual, y la provincia de Santo Domingo alberga la mayoría de las viviendas, empresas e instituciones a nivel nacional, motivo por el cual se entiende la gran concurrencia de los ciudadanos en esta provincia. Al igual que esto, podemos destacar el desplazamiento normal que ocurre con los habitantes de las demás provincias hacia la capital, en busca de mejores oportunidades. Esto significa que constantemente hay un flujo de entrada de personas a la ciudad, y que cada día estas cifras van en aumento.
A esto también debe ser sumada la logística vial que incluye creación de rutas alternas en horas pico, el cierre de tramos y avenidas, ya sea por trabajos de construcción o por situaciones de riesgo registradas, el mal estado de las calles o la intervención de los agentes de la DIGESETT en las principales avenidas como la John F. Kennedy y 27 de Febrero, las cuales son de las más afectadas con estas problemáticas. Cabe destacar que alguna vez hemos visto agentes de tránsito en intersecciones que tienen semáforos funcionales, y que de acuerdo con lo mencionado por el director ejecutivo del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Milton Morrison, se debe a algo más allá de lo que podemos percibir.
«Eso es una realidad que la hemos tenido durante muchos años y lo que hacen (los agentes allí) de una u otra forma es auxiliar y dar un apoyo en intersecciones críticas», menciona Morrison, y continúa señalando «Pero ya hemos hablado con el general Ozoria (director general de la Digesett) y, utilizando una plataforma tecnológica y tema de inteligencia artificial ya tenemos Waze, una licencia de Waze de Intrant donde nosotros podemos ver cuáles son los puntos críticos y vamos a ser inteligencia estratégica para poder mejorar los flujos en esos puntos».
Lo alarmante es que todo esto sucede de forma paralela a las actividades del Metro y Teleférico, que transportan casi medio millón de usuarios al día, indicando que una parte de los habitantes del Gran Santo Domingo decide utilizar el transporte público antes de salir en sus vehículos, aunque al parecer esto no impacte en gran medida en la reducción de los tapones. Debido a esto, es vital el apoyo de las autoridades pertinentes para poder mitigar los estragos de lo que implica estar más de lo necesario en las avenidas debido a los taponamientos.